sin miedo a pensar

APAGA EL SILENCIO Y LLENA TU MENTE DE RUIDOS HERMOSOS QUE ACALLEN EL ALMA ANGUSTIADA, RESPIRA EL AROMA DE LETRAS QUE EN UN LIBRO SE ENCIERRAN, Y ABRE LAS PUERTAS SIN TITULO QUE TODAVIA HAN DE ESCRIBIRSE... LEE Y CREA BURRO!!
30/10/10
Crónicas de un sicario (15)
[...]El alcantarillado rebosante de agua devolvía al exterior cada vez más cantidad de lodo, inundaba la calleja como los zapatos de los investigadores, apoyados y reposando por momentos debajo de un soportal. Aguantando el tipo contra viento y marea mientras la oscuridad se va apoderando del callejón que apenas está iluminado por un par de faroles. De pronto, advierten sobresaltados la presencia indiscreta de un paseante que contempla la situación con humor maquiavélico bajo su negro paraguas. La figura esbelta y borrosa, desaparece rápidamente con aire misterioso por la esquina de la calle. Una mirada tímida lanzada con descuido sobre el inspector que se encuentra más abajo, debido únicamente a la diferencia de estatura entre el oficial y él, incomoda al joven superior que reconoce la graciosa imagen y decide reafirmar su autoridad. Seguidamente y sin retirar su mirada indolente, da orden de perseguir al sospechoso con tan solo mover la cabeza. El oficial, presto a cumplir, desaparece tras el sujeto.

La molesta lluvia deshace en la desesperación los nervios del joven inspector, sólo, desconfiando de todos sus sentidos, empapado y de repente perdido en la fogosa tormenta. Una pequeña sensación de claustrofobia se extiende por su cuerpo, los muros de piedra se pierden en la negrura tumultuosa que caprichosamente perfila los tejados con relámpagos incendiarios. Casi sin darse cuenta, comienza a acercarse a la bocacalle, justo enfrente del tugurio cuyo cartel rezaba "Si te caes siete veces, levántate ocho", aunque desde ahí no se podía leer. Lentamente, amparado sin remedio en la tormenta, se coloca en la esquina a merced del temporal.

Rápido, chocando con infinitas gotas de lluvia que se detienen forzosamente contra el metal, un impacto letal iluminado por un relámpago amigo, entrega brutalmente al inspector de bruces contra el empedrado. La sangre, esparcida a espasmos involuntarios, se diluye sobre la calzada. A cuatro patas y casi rodando, el joven herido apenas llega a andar un par de metros antes de desplomarse. Justo entonces, un providencial disparo de la pistola del oficial, seco y hermano del segundo, impacta de lleno en la espalda del desprevenido atacante, la siguiente bala derriba al hombre que se abalanzaba por segunda vez sobre el inspector. Al tiempo que salta el último casquillo de la pistola semiautomática, el recio oficial corre desesperadamente hacia al cuerpo inmóvil del inspector, mientras maldice en voz alta: -"Sabía que no tenía que dejarle sólo, ¡maldita sea!"...
posteado por david @ 18:45  
0 Comenta:
Publicar un comentario
<< Inicio
 
David


hard core libertario

-------------------------------------

 

Relatos pasados
Archivos
Links
Creative Commons License
sin miedo a pensar by David sanchez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 Unported License.