7/11/08 |
Vecinos al margen
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Una fría sonrisa delataba en la oscuridad la presencia opaca de un observador. Un reptil sigiloso esperando al acecho con los dientes al descubierto, minucioso y experimentado, aguardando en secreto el mejor momento para el asedio.
Aquel aparcamiento viejo siempre salía en las noticias, era algo normal encontrarse sangre seca en el suelo o restos de cristales rotos. Era demasiado rara la semana que no se escuchaba la alarma de algún coche alejándose en la distancia. Siempre había alguien en ese lugar, grupos marginales que habían hecho de aquel infecto lugar, su bastión. Acomodados en semejante escombrera, sabían que nadie vería nada, a sabiendas de que la policía les preguntaría, como siempre, mientras les cachean contra la pared o el suelo.
Se podría decir que, a pesar de haber tantos delitos en la zona y de que la tranquilidad no se concibe en esos barrios como la concibe el diccionario, había un respeto claro entre vecinos, un código como un secreto a voces que justificaba el silencio de aquel aparcamiento. ¿En serio esperaban que los residentes delataran a sus propios vecinos por inquisición del mandatario corrupto de turno?, teniendo en cuenta que las preguntas se las hacían con la cara pegada al suelo y con los pantalones bajados hasta las rodillas... es mucho esperar... |
posteado por david @ 1:16 |
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