17/8/09 |
en tardes de luz y sexo
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Una mirada estoica y profunda incapaz de desnudar a una mujer pero acostumbrada al desvelo se aproxima fría y absoluta...
Luces de la tarde adormecen el ruido apagando tibias bobinas de brillos que giran para ahuyentar a los pájaros asaltantes furtivos llenos de descaro...
Y la mujer tendida dormida jugando a entreluces con el sol que lo mira y desquicia mirada inocente sin rastro de horror...
Aprenden las sombras cuando crecen a velar la bella maldad del rostro aún con miradas férreas que expresen voluntad y odio, se disuelven los monstruos
y esa mirada estoica e invulnerable no torna sino que vuelve y se abre, desnuda ante la imberbe inocencia que desquicia y a la vez se ansía. |
posteado por david @ 8:55 |
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