Un viento a rachas acaricia las crestas de piedra y agua a oleadas de tiempo viejo y juicios infinitos de pensamientos que inquieto me asolan y despiertan el alivioso ingenio
Nubes de arena y delicadeza pura de hogar envuelven mi cuerpo desnudo como la tierra sangrante como la tierra, expuesto y vulnerable
y pienso, también siento y dibujo ilusiones de arena que arrastro con un dedo dejando rastros de palabras
Temerosas las palabras del cauto inepto que asoma entre estrecheces del sol arenoso como espinas de pasados no lejanos y futuros no hallados descubriendo la feliz ignorancia del sabelotodo
Y el recoveco que cubre la umbra húmeda como el mineral preciado cubierto de tierra atrae el silencio del solitario cobarde agazapado entre historias que lo dibujan pensante.
un hueco de piedra y silencios de ruidos eternos como el verso un presente de cielo espinoso de valentía natural e instintos
Todo dibujado de caminos muchos de ellos escondidos aguardando entre olas de arena a algún dibujante de sueños.
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