LAS MÉDULAS
Cantos lejanos despiertan al eco, lo elevan
Rocío volátil y tierra volcada
que con las manos arrancan sierras, me llevan.
Al fondo la bruma, costura holgada
de entre cielos, arena y glosas, desiertos
campos muertos de oro, en mi mente, eternos,
viajes y niñez, amados recuerdos,
silenciosa presencia de vientos impregnados de versos
verdes y fogosas colinas horadadas,
antaño, ambición e imperio, fuerza y sepelio
esfuerzos y manos, después, el silencio.
Mientras, tú y yo, contemplando desde lo alto
que, entre sueños, vuelo en desvelo a aquellos años
donde agarraba fuerte tu mano y te decía:
“papá, te quiero”
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A MI PADRE
"sin tiempo ni pereza para sentarse" |
qué gran texto... y qué grandes son las médulas leonesas...
Cuidate pequeño