Doy gracias al cielo, no a dioses ni credos, doy gracias a tus dedos, a los besos que se me arrancan antes de ser regalados. Miro las nubes, las pienso, las hago el amor.
Doy gracias por conocer pupílas hermanos y hermanas de aventuras, silenciosa tensión y deseo, deshaciendo del cuerpo las costuras, con mesura, cariño, desfigurando lluvias, escalando estrellas sobre los sueños.
Sucumbiendo al trigo, a la suma, al resto, a la tranquilidad eterna del momento, gracias al firmamento que me deja huellas pisadas profundas, marcas de labios, ideas.
gracias dioses paganos, tambien llamados compañeros de viajes, queridos hermanos presentes, inherentes a mi, partes del arte soñadores y escritores del odio, el amor y la rabia, esa mano al aire que recoge la mía, te mira, te sorbo. |