No suenan lindos los sauces llorando al viento, no, ni cantan los pájaros ni las ranas como el delirio, ni los ojos son como espejos, no hay ventanas, no, no visten hermosos los campos de vida infinitos...
Nunca sentí, ni quise, ni pude, ni rompí. Jamás sangré en silencio ni gritando jamás estuve, ni volví, no miré, no me giré. Nunca pensé, ni dudé, ni me quise, ni me odié. Nunca jamás me contaminé, ni fui puro... ¿siempre amando?.
No niego que negaré el secreto si me lo preguntan, ni me absuelvo por contarlo aunque nadie pregunte.
Si me miro al espejo del corazón... y supura. Si se separa mi cuerpo, que la voluntad lo junte. |