Qué extraño parece el tiempo cuando pasa, qué extraño me veo cuando me mira qué extraño te siento si no me encuentro y en qué silencio me canso, si nada es eterno.
No hay rareza mas ordinaria de entre todas, que la vida, juega y se deja seducir por el paso de instantes, esbozando futuros, el devenir. Sueños, lugares imposibles, extraños y distantes, etéreos, como los ojos que ya no recuerdo, mintiendo; mas, por ellos de pie muero entre fuegos de dolorosos secretos.
Qué extraño es el golpe del agua qué extraño el frío templando mi piel qué extraño el recuerdo entre ascuas, de los besos golpeando mi sien. |