tanto crujen los huesos con el tiempo como la madera encerada del suelo y tanto sufren los corazones vivos como las conciencias de los muertos
recordaré ese porche entrañable cubierto de soles y lunas, de gotas infinitas de lluvia el después de lo que fue antes
desollaré cada capa que me cubre innecesarias, y me quemaré al sol me cubriré a la sombra de la luna y si no sano, no volveré libre
tanto duelen, tanto hierven tanto duermo, tanto muero tanto miedo, tanto muero tanto siento, tanto hieren
y recordaré el movimiento de la hamaca solitaria en el porche sin luminarias escondido a la noche, en silencio. |