Las sensaciones alentan mi estómago enfermo desgarran de lo más hondo del fuego interno explotan y cuando todo el mundo sabe la respuesta yo me repito la pregunta por si es cierta
y se abren las bocas del infierno, inmensas llenando mi rareza de ordinaria madurez
y sé que pecar es lo mío, pero no por dañar tu ombligo ni por dejarme huérfano de ideas ni cortar mis manos
Las palabras alentan Mi pecho enfermo revientan De lo más intenso de mi silencio Se anudan miradas contra el imperio
Y se rompen los goznes del portón Y el peso lo vence sobre mi culpa
Y sé que amar es lo mío Aunque sea por besar tu brillo Por sentirte mi patria y mi alma Pues ninguna otra me besó las alas. |
Besó tus alas...
Pero de que sirven los besos si clavó cientos de espinas en ellas?
Atormentada me encuentro, pues fui yo la que te hizo sangrar, y la que anhela tu vuelo.