| 3/12/07 |
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ojalá no tuviera que irme...
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si lo que deseo esta delante de mi: ¿que deber supremo me impide quedarme?
... No hubo para mí nada más duro que dejar tu cuerpo desnudo entre las suaves sábanas de ese hostal cualquiera, de donde me fui arañándote con la lengua todo aquello que tu piel y tu alma me dejaban. No hubo nada más duro para mí que alejarme de tus labios entreabiertos, permitiendo que el aire me usurpara el lugar donde quería colocar mis besos... No hay lugar donde guardar las palabras que no te he dado, ni si quiera en tu pelo suelto y castaño, ni entre tus piernas caben todos los labios que quiero regalarte. no tengo suficiente espalda para que me desgarres la piel con tus manos calientes, pero te dejaré entonces mi alma para que con tus grandes ojos oscuros me hagas el amor hasta que deje de salir el sol... te quiero.
¿recuerdas cuando me quede desnudo en la calle gritando todo lo que te quiero? pues, sigo allí... no olvides que es diciembre...
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posteado por david @ 15:21   |
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