Con la suavidad que me caracteriza rozare tu mano con mis dedos, dando fuerzas y calor al viento que sustenta tu mirada. Un mundo en blanco y negro es la herencia déspota del silencio, un mundo sin texturas, lejos de contrastes, sin autocrítica... pero con viento, frío y gélido mensajero del cielo...

Oye mendigo, tu llevas soul, blues o jazz. Caminar por caminar hacia la parte más oscura de la ciudad, donde se contraen los músculos de mi espalda mientras mis ojos bailan con tus dedos sobre el mástil; sobre el silencio, en el rompeolas... donde todo empieza y acaba; contundente melodía que atrapa mis sentidos, los retuerce en la sensación de suspense y los descuelga sobre la garganta ágil del soul, bajo las notas del piano, entre el golpe del jazz y el ritmo de un blues. Besare los trastes imaginarios con mis dedos hasta que mis venas se agoten y queden exhaustas... blancas o negras y cese el color